Hoy, 12 de octubre, finalmente recibí mi última dosis de la vacuna contra la rabia, después de un largo proceso. Todo comenzó cuando rescaté un gato que, según reportaron en Facebook, parecía atropellado. Al llegar, noté que el gato no estaba herido, sino que parecía tener un daño neurológico severo. Lamentablemente, el gato murió en el hospital sin un diagnóstico claro, y al no hacerle una necropsia, no pudieron descartar la rabia, lo cual me preocupó bastante.
De inmediato decidí buscar la vacuna, pero para mi sorpresa, no había ninguna disponible en Yucatán, ni en hospitales públicos ni privados. Viajé a la Ciudad de México buscando una solución, pero tampoco había vacunas allí. En el hospital ABC me informaron que no hay vacunas de rabia en todo el país. El gobierno federal insiste en que la rabia "ya no existe en México", pero la realidad es que sigue presente, especialmente en fauna silvestre.
Gracias a la ignorancia de los doctores mexicanos y al desconocimiento de la enfermedad por parte de las autoridades, estoy seguro de que en los próximos 6 meses morirá la primera persona por rabia en México en los últimos 20 años, una enfermedad completamente prevenible. Basado en los datos, el caso ocurrirá en la península de Yucatán (Campeche, Yucatán, Quintana Roo) por mordedura de gato, ya que son más propensos a cazar animales. La rabia sigue existiendo en la fauna silvestre, y al expandir las áreas habitacionales, también estamos acercando a nuestros animales y el riesgo de contagio si no están vacunados.
Ante esta situación, con mi visa americana en proceso, manejar a Belice me pareció la opción más viable. Sin embargo, tras recorrer varios hospitales en la capital de Belice, no encontré la vacuna. Finalmente, decidí volar a Guatemala, donde logré conseguir la primera dosis el 19 de septiembre en el hospital Herrera Llerandi.


Algo curioso fue que, al llegar a Guatemala, me encontré con decoraciones festivas. Al preguntar, me informaron que ellos también celebran su independencia el 16 de septiembre, igual que en México.
Como la vacuna contra la rabia requiere varias dosis (días 0, 3, 7, 14 y 28), prácticamente he pasado un mes en Guatemala. Durante mi estadía, descubrí Pollo Campero, ¡y qué descubrimiento! Es el mejor pollo frito que he probado en mi vida, y estoy pensando seriamente en llevar una franquicia a México. Si tienen la oportunidad de probarlo, ¡no se arrepentirán!


Hoy, por fin, recibí la última dosis. Ha sido un camino largo y agotador, pero estoy agradecido de haber conseguido la vacuna.
